Veo un pájaro brillante que intenta recordar como volar Extiende sus alas, mira al vacío y ansía despegar Siente que sus pies están clavados en la tierra Mira el acantilado con vértigo y esperanzas vanas Sabe que el ocaso se extingue a sus espaldas Pronto la oscuridad todo lo abrazará Es hora de recordar como soltarse a volar Levanta la cabeza y comprende Que en vez de contemplar el vacío que atormenta Tiene que mirar al cielo y aunque ofrezca inciertas promesas, confiar Y así, con el corazón lleno de esperanza, se lanza a volar.
Desde aquel día en el que se asomo al abismo, de pie frente al acantilado, dispuesta morir con los brazos en cruz se dio cuenta de que su vida estaba llena, llena de esperanza. Pero para alcanzar esa revelación necesito llegar a la mayor desesperanza que jamás había sentido, desear morir. Después de pensar que jamás el mundo cambiaría, para proveerla de felicidad, llevaba ya 30 años luchando contra el mundo, decidió cambiar ella para proveer al mundo de felicidad. Ya no lucharía contra él, lo aceptaría, y desde esa aceptación lo mejoraría.
La experiencia no es lo que le sucede a una persona, es lo que una persona hace con lo que le ocurre. (Aldous Huxley)
“Señor, tú me escrutas y conoces, sabes cuándo me siento y cuándo me levanto, mis pensamientos calas desde lejos, esté yo en camino o acostado, tú lo adviertes, familiares te son todas mis sendas. Que no está aún en mi lengua la palabra y tú, Señor, ya la conoces entera; me tienes por delante y por detrás y tienes puesta sobre mí tu mano. Tal ciencia es misteriosa para mí, harto alta, no puedo alcanzarla. ¿Adónde iré yo lejos de tu espíritu, adónde de tu rostro podré huir? Si hasta los cielos subo, allí estás tú, si en el Seol me acuesto, allí te encuentras. Si tomo las alas de la aurora, si voy a parar al extremo del mar, también allí tu mano me conduce, tu diestra me aprehende. Aunque diga “me cubra al menos la tiniebla y la noche sea en torno a mí mi ceñidor” ni la misma tiniebla es tenebrosa para ti y la noche es luminosa como el día... Mi alma conocías cabalmente y mis huesos no se te ocultaban cuando era yo formado en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra. Mi embrión tus ojos lo veían, en tu libro están escritos todos los días que han sido señalados sin que aún exista uno solo de ellos”.
Cada imagen es un mundo, y cada persona la interpreta a su manera. La intención de este foto-blog es crear una multitud de mini-relatos inspirados en una misma fotografía, enriqueciéndola con nuevos significados, que a su vez sirvan de disparador para nuevas historias. Qué ves?
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Each image is a world, and each person interprets it in his own way.
The intention of this photo-blog is to create a multitude of mini-stories inspired by one photograph, enriching it with new meanings, and acting as a trigger for new stories.
Uno busca lleno de esperanza
ResponderEliminarel camino que los sueños
prometieron a sus ansías.
Sabe que en la lucha no hay escucha
pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina.
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta entender
que uno se ha quedado sin corazón.
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
un amor que lo engañó.
Vacío ya de amar y de llorar
tanta traición.
Si yo tuviera el corazón
el corazón que di,
si yo tuviera como ayer
que de siempre sentí.
Es posible que a tus ojos
que me gritan su cariño
los cerrara con mis besos.
Sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos
los que hundieron mi vivir
Si yo tuviera el corazón
el mismo que perdí,
si olvidara la que ayer
lo destrozó
y pudiera amarte
me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor.
Enrique Santos Discépolo
Hola universo,
ResponderEliminarsoy Alo,
y hoy es mi cumpleaños.
Deja que la brisa me acaricie,
deja que sienta tu potencia,
deja que siga brillando...
;)
Qué veo?
ResponderEliminarVeo un pájaro brillante que intenta recordar como volar
Extiende sus alas, mira al vacío y ansía despegar
Siente que sus pies están clavados en la tierra
Mira el acantilado con vértigo y esperanzas vanas
Sabe que el ocaso se extingue a sus espaldas
Pronto la oscuridad todo lo abrazará
Es hora de recordar como soltarse a volar
Levanta la cabeza y comprende
Que en vez de contemplar el vacío que atormenta
Tiene que mirar al cielo y aunque ofrezca inciertas promesas, confiar
Y así, con el corazón lleno de esperanza, se lanza a volar.
Desde aquel día en el que se asomo al abismo,
ResponderEliminarde pie frente al acantilado,
dispuesta morir con los brazos en cruz
se dio cuenta de que su vida estaba llena,
llena de esperanza.
Pero para alcanzar esa revelación
necesito llegar a la mayor desesperanza
que jamás había sentido, desear morir.
Después de pensar que jamás el mundo cambiaría, para proveerla de felicidad,
llevaba ya 30 años luchando contra el mundo, decidió cambiar ella para proveer al mundo de felicidad.
Ya no lucharía contra él, lo aceptaría, y desde esa aceptación lo mejoraría.
La experiencia no es lo que le sucede a una persona, es lo que una persona hace con lo que le ocurre. (Aldous Huxley)
en este momento detenido se encierran muchos otros momentos a los que ahora, sólo deteniéndote tú, puedes acceder.
ResponderEliminaralebica
“Señor, tú me escrutas y conoces, sabes cuándo me siento y cuándo me levanto, mis pensamientos calas desde lejos, esté yo en camino o acostado, tú lo adviertes, familiares te son todas mis sendas. Que no está aún en mi lengua la palabra y tú, Señor, ya la conoces entera; me tienes por delante y por detrás y tienes puesta sobre mí tu mano. Tal ciencia es misteriosa para mí, harto alta, no puedo alcanzarla. ¿Adónde iré yo lejos de tu espíritu, adónde de tu rostro podré huir? Si hasta los cielos subo, allí estás tú, si en el Seol me acuesto, allí te encuentras. Si tomo las alas de la aurora, si voy a parar al extremo del mar, también allí tu mano me conduce, tu diestra me aprehende. Aunque diga “me cubra al menos la tiniebla y la noche sea en torno a mí mi ceñidor” ni la misma tiniebla es tenebrosa para ti y la noche es luminosa como el día... Mi alma conocías cabalmente y mis huesos no se te ocultaban cuando era yo formado en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra. Mi embrión tus ojos lo veían, en tu libro están escritos todos los días que han sido señalados sin que aún exista uno solo de ellos”.
ResponderEliminarAntiguo Testamento, Salmo 139, líneas 1-16: